miércoles, 2 de septiembre de 2009




Ajedrez político: Torres, Caballos y peones

El valor del dinero
Estuve hablando con mi hija de 9 años acerca del valor del dinero. Traté de inculcarle esa antigua filosofía, aprendida quizás de manera obligada por la falta de medios económicos como cualquier ciudadano común del chile medio, que dice que la verdadera riqueza no está en las cosas materiales sino en las espirituales, dándole importancia a los valores y todas esas cosas, a lo cual ella me hizo el siguiente comentario: “…entonces el dinero es como el rey en el juego de ajedrez….que a pesar que se ve viejo, apenas se mueve y apenas ataca en realidad es una de las piezas -sino la más- importante del juego…” de echo – madurando un poco la idea de mi hija-si no existiera el rey o el dinero en este caso desaparecería la esencia misma del juego, su piezas inmóviles no tendrían razón de ser, enormes Torres, musculosos y fibrosos caballos petrificados, congelados, sin vida, alfiles lanzando saetas perdidas en el tiempo y espacio, ridículas perderían su más profunda e intrincada razón de existir. Lo mismo sucede en política

Juguemos un poco con las piezas, esta semana el candidato Marco Enríquez Ominami transparentó los gastos en que ha incurrido - hasta el momento- en su campaña. Impresionantes ($240.000.000) doscientos cuarenta y tantos millones de pesos… (lejos de los 10 millones invertidos por Piñera… ¿alguien le cree?) ¿Cuantas vidas tendría que trabajar “doña Juanita” para juntar esa cantidad de dinero? ¿Cómo debemos interpretar esa cantidad….como una acción desinteresada o como una inversión a futuro? ¿o lisa y llanamente como un negocio? ¿a tanto llega la vocación de servicio público de estos señores? ¿Cuánto habrá gastado Piñera?... ¿y Frei? La verdad no les creo nada. Simplemente van tras el botín, tras las jugosas arcas fiscales, la teta, tras los desvergonzados pitutos, desfachatadas coimas, arreglarse los bigotes, Arreglar un poco a la familia, etc. En fin podríamos enumerar una larga lista de sinonimias relativas de redomado interés, todas pruebas objetivas de que todo finalmente lo mueve el asqueroso dinero.
El más insignificante peón del tablero quiere finalmente sacar una tajada, Escalona (Camilo) me parece un peón, pero de aquellos del costado del tablero, casi como saliéndose del mismo, pelean entre ellos, en peleas de perro chico, escondiéndose con el ánimo de llegar subrepticiamente a coronarse y mutar en algo más poderoso quizás un caballo, un alfil o una torre, como Insulsa, el de la OEA, el del sorbete nasal insoportable, que proyecta una imagen de seguridad y solidez abrumadora,

Los caballos: son luchadores versátiles, ágiles y briosos, casi inteligentes, aunque se encabritan con poco, ejemplos tenemos varios en la fauna política como Francisco Vidal, Iván Moreira, Coloma el de la Udi, pero estamos claros que sin un poco –en realidad no poco- de avena o pasto al final del día no viven. Todo lo hacen por el vil dinero
Alfil: es uno de los más inteligentes y traicioneros, se mueven de manera asolapada, a hurtadillas, ocultando su verdadero fin, son los que están tras las grandes figuras, son sus cerebros, su boca, sus discursos, su estrategia, ellos son abogados, ingenieros, sociólogos, asesores, empresarios…etc. Ejemplos Eugenio Tironi, Pepe Auth, Manuel Garretón, etc.….
En fin la lista es larga e insistir en las mismas imbecilidades de siempre me provoca una lata demoledora. Me quedaré solamente con la idea inicial, esa idea cándida, pero arrolladora, proveniente de la inocencia pura de niño, esa que dice simplemente que el dinero es como el rey del juego de ajedrez…

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