La derechización de la izquierda.
Las visiones políticas de ambos extremos políticos, tienen algo en común: la necesidad de legitimizar el sistema, mediante el voto soberano del pueblo.
La derecha por un lado, la de enormes riquezas, la de grandes fundos en el sur ,la de grandes empresas, tiene una visión plácida, tranquila, de prosperidad, producto de una riqueza fastuosa a veces (generalmente) mal adquirida, robada (pero como ha pasado tanto tiempo y no nos acordamos “pasan piola”) ; su visión proviene de una clase acopiada de privilegios, y por lo tanto conservadora. No quieren -ni necesitan- que nada cambie, sólo quieren mantener el orden actual, quieren seguir mamando de esa teta dulce, generosa, de túrgido pezón que les da el poder.
La izquierda, en cambio, está llena de gente pensadora, ideólogos de teorías obsoletas, de líderes intelectuales venidos a menos, quizás de clase media emergente, faltos de oportunidades; seguramente su vocación de entrar a la arena política les causó más de un problema existencial, por pensar que de una u otra forma se estaban cagando al pueblo, por apitutarse en puestos con jugosos salarios y dudosas prebendas.
Pero sobrevivieron; lograron -aunque con asco-interesarse aunque sea un poquito, en tener los mejores trajes de finas telas importadas, zapatos de cuero italiano, camisas de seda y hermosas corbatas, cambiaron sus modestos autos, por lujosos ultimo modelo, sus ideas simplemente se fueron a la cresta; pero no los denostemos tanto, evitemos la sorna y digámoslo: siguen siendo solidarios, todavía ayudan al compañero alicaído que no obtuvo ese puesto en el parlamento como senador , dándole un cargo en algún ministerio o alguna agregaduría cultural de pacotilla; da lo mismo las competencias, si lo hizo más o menos en educación…démosle obras públicas, o defensa, que se yo da lo mismo, lo importante es que no se vaya a quedar sin mamar ese pobre hombre, después de todo lo que se ha deslomado trabajando por la gente…
¿Y MEO?
Bueno este personaje tiene la capacidad de brillar -como toda nueva lumbrera- casi con luz propia, su capacidad anfótera es deslumbrante, con un amasijo de ideas revueltas que cumplen un solo objetivo: re encantar a los desencantados. Tarea difícil y además inútil. Les aseguro a ciencia cierta que si MEO llega a pasar a segunda vuelta, tendremos de nuevo a todo el conglomerado de izquierda votando por él, de nuevo los mismos políticos, vetustos, rancios, los mismos viejos de mierda dispuestos a todo por no soltar la tan deseada y manoseada teta.
O sea que… ¿si voto MEO, cago? , probablemente si, pero de una cosa estoy seguro: Meo -en teoría- es el mal menor. ¿Y los otros candidatos? Ceros a la izquierda, tienen tan poco peso que se elevan por sí solos, se los lleva el viento, por su liviandad y ligereza (no se confunda con insustancialidad), en buen chileno valen callampa. Pero no todos, alguno por ahí se salva; con ideología fuerte e ideas de consenso, revolucionarias, quiere unificar la izquierda para convertirla en una tercera opción de gobierno real, sin importar el candidato.
Suena bien…una bella utopía de gobernar sin ricos ni apitutados políticos (cágate de la risa), pero bien sabemos que ni la izquierda ni la derecha lo permitirán y eso es lo único en que ambas coaliciones coinciden, en que no van a entregar el poder jamás, y en eso están en el más absoluto y brutal acuerdo.
Las visiones políticas de ambos extremos políticos, tienen algo en común: la necesidad de legitimizar el sistema, mediante el voto soberano del pueblo.
La derecha por un lado, la de enormes riquezas, la de grandes fundos en el sur ,la de grandes empresas, tiene una visión plácida, tranquila, de prosperidad, producto de una riqueza fastuosa a veces (generalmente) mal adquirida, robada (pero como ha pasado tanto tiempo y no nos acordamos “pasan piola”) ; su visión proviene de una clase acopiada de privilegios, y por lo tanto conservadora. No quieren -ni necesitan- que nada cambie, sólo quieren mantener el orden actual, quieren seguir mamando de esa teta dulce, generosa, de túrgido pezón que les da el poder.
La izquierda, en cambio, está llena de gente pensadora, ideólogos de teorías obsoletas, de líderes intelectuales venidos a menos, quizás de clase media emergente, faltos de oportunidades; seguramente su vocación de entrar a la arena política les causó más de un problema existencial, por pensar que de una u otra forma se estaban cagando al pueblo, por apitutarse en puestos con jugosos salarios y dudosas prebendas.
Pero sobrevivieron; lograron -aunque con asco-interesarse aunque sea un poquito, en tener los mejores trajes de finas telas importadas, zapatos de cuero italiano, camisas de seda y hermosas corbatas, cambiaron sus modestos autos, por lujosos ultimo modelo, sus ideas simplemente se fueron a la cresta; pero no los denostemos tanto, evitemos la sorna y digámoslo: siguen siendo solidarios, todavía ayudan al compañero alicaído que no obtuvo ese puesto en el parlamento como senador , dándole un cargo en algún ministerio o alguna agregaduría cultural de pacotilla; da lo mismo las competencias, si lo hizo más o menos en educación…démosle obras públicas, o defensa, que se yo da lo mismo, lo importante es que no se vaya a quedar sin mamar ese pobre hombre, después de todo lo que se ha deslomado trabajando por la gente…
¿Y MEO?
Bueno este personaje tiene la capacidad de brillar -como toda nueva lumbrera- casi con luz propia, su capacidad anfótera es deslumbrante, con un amasijo de ideas revueltas que cumplen un solo objetivo: re encantar a los desencantados. Tarea difícil y además inútil. Les aseguro a ciencia cierta que si MEO llega a pasar a segunda vuelta, tendremos de nuevo a todo el conglomerado de izquierda votando por él, de nuevo los mismos políticos, vetustos, rancios, los mismos viejos de mierda dispuestos a todo por no soltar la tan deseada y manoseada teta.
O sea que… ¿si voto MEO, cago? , probablemente si, pero de una cosa estoy seguro: Meo -en teoría- es el mal menor. ¿Y los otros candidatos? Ceros a la izquierda, tienen tan poco peso que se elevan por sí solos, se los lleva el viento, por su liviandad y ligereza (no se confunda con insustancialidad), en buen chileno valen callampa. Pero no todos, alguno por ahí se salva; con ideología fuerte e ideas de consenso, revolucionarias, quiere unificar la izquierda para convertirla en una tercera opción de gobierno real, sin importar el candidato.
Suena bien…una bella utopía de gobernar sin ricos ni apitutados políticos (cágate de la risa), pero bien sabemos que ni la izquierda ni la derecha lo permitirán y eso es lo único en que ambas coaliciones coinciden, en que no van a entregar el poder jamás, y en eso están en el más absoluto y brutal acuerdo.