¿CHILE AYUDA A CHILE?
“Cada nación tiene el gobierno que merece”
Pareciera que esta frase de José María de Maistre, cobrara especial importancia hoy en día, en que el poder oligárquico de la derecha conservadora -encabezada por el empresario Sebastián Piñera- ha llegado finalmente al poder. Sin duda no pudo haberlo hecho solo, necesitó el apoyo de los medios de comunicación, necesitó el apoyo de los grandes grupos económicos que manejan las decisiones en el país, necesitó el apoyo de sus pares los empresarios, cosa demasiado lógica y que no es de extrañar pues ellos necesitan la seguridad de que el sistema económico seguirá operando con las mismas tazas de inequidad con que lo ha estado haciendo hasta ahora, para seguir usufructuando y enriqueciéndose a costa de los quintiles más pobres. Pero lo que realmente me extraña-aunque a esta altura de la vida ya no me extraña casi nada- es el apoyo que le dio la gente trabajadora, el pueblo. Digno de análisis. Las causas pueden variadas, algunas de ellas pueden ser:
Por pérdida de confianza en la concertación: es innegable que la concertación se farreó 20 años de gobierno y aunque tuvo algunos avances fugaces en algunas materias nadie puede decir que los casos de corrupción -producto del gusto que les generó el poder- no minaron finalmente la confianza del electorado. La poca credibilidad de los políticos de izquierda llegó a niveles desastrosos. Sin mencionar que jamás lograron incentivar a los jóvenes para que se inscribieran en los registros electorales.
Por Ignorancia: y creo que este es el punto más importante, pues el rol que cumple la cultura y la educación en este proceso es innegable. No sólo como manejo político sino como una forma de mantener y reproducir la desigualdad y la dominación de las élites gobernantes en la sociedad del Chile contemporáneo.
A)Es un tema preocupante, los medios de comunicación nos bombardean con basura sin sentido, los diarios nos desinforman masivamente, ni hablar de los llamados diarios populares son realmente una basura que crea imbéciles, seres estúpidos incapaces de pensar y reflexionar acerca de las intenciones reales de los hechos políticos, definitivamente la imbecilidad en Chile está llegando a niveles peligrosos. Los programas televisivos que menos hacen pensar a la gente son los que más duran en la televisión chilena, el japening con já en los años de dictadura, Morandé con compañía, Sábados Gigantes, programillas de farándula en general etc. Pero eso es lo que le conviene a los grupos gobernantes, es el acuerdo secreto perfecto de la derecha y la izquierda quienes se confabulan para ocultar la mentira, la fantasía de la democracia. Aquella que nos dice que el pueblo a través de su voto puede decidir acerca de los destinos de la patria o que algún conglomerado político ya sea de derecha o izquierda traerá- algún día- mejorías económicas a la clase media y a los pobres, Nada más falso e iluso que eso.
El terremoto
A raíz del terremoto de 8,8 grados que afectó al país el 27 de febrero pasado y que tuvo consecuencias terribles, se gestó solidariamente a través de una cadena televisiva de 27 horas el programa “Chile Ayuda a Chile”. Esta iniciativa siguió los mismos cánones de la Teletón, que también es animada por Mario Kreutzberger, Don Francisco. La idea general es que las personas cooperen con dinero y para ello se incentiva emocionalmente con casos de personas que perdieron todo o casi todo. Las empresas y grupos económicos también cooperan aunque no tan desinteresadamente. Ellos ganan, por una parte, una imagen solidaria inmejorable, una imagen de preocupación por la gente incomparable. Incluso deben creer que la gente se va a olvidar de las catástrofes ecológicas que provocan sus plantas de celulosa (grupo angelini) por el solo hecho de donar un poco de plata. De un momento a otro estos grupos se transforman en los campeones del altruismo. Por otro lado generalmente los grandes grupos económicos realizan sus donaciones alrededor de las 21:00 hrs, cuando la medición del people meter está que revienta y además obtienen descaradamente utilidades a través de sus promociones humanitarias de “compre un ladrillo y nosotros regalamos otro” o “si vendo tal cantidad de esto regalaremos tal cantidad de dinero” puro negocio. Sin duda la vergüenza es algo que ellos no conocen y ni hablar de los impuestos rebajados por concepto de las donaciones que alcanzan al 40% del monto. Es decir del monto donado un 40% es devuelto por las arcas fiscales, como ese 40% lo pone el fisco en el fondo lo ponemos todos los chilenos. Negocio redondo.
Pero eso no es todo, este programa televisivo nos debe hacer reflexionar acerca de la gran inequidad existente en Chile. ¿Cómo es posible que una familia done más de $2.000.000.000 (dos mil millones de pesos) y que otros chilenos a duras penas puedan donar 20 mil pesos?
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